La cajita rota

Allí estaba. Una pequeña cajita expuesta en el escaparate de la tienda de piedras semipreciosas. Le pareció bella. Hecha con malaquita.

Quería comprar algo para Ana, una hermosa dama, poeta y pintora, que le había regalado su libro de poemas. Le pareció un detalle ideal.

De la malaquita se dice que todos los males quita. Su verde es el de las hojas de los árboles perennes, algo más oscuro. Este color se asocia a la sanación, a la naturaleza y al Arcángel Rafael, cuyo nombre significa el que cura.

Ana tiene las cualidades de la malaquita porque es de esas personas que cura con una sonrisa.

Envuelta la cajita en una pequeña bolsa ideó un juego: llenarla de luz y pensamientos de amor. Le diría a Ana que cada vez que la abriera estos pensamientos cobrarían vida para ella.

que la cajita no estaba bien hecha y se le desprendió una pequeña pieza de la tapa. Por eso nunca se la entregó. Pero... había que hacer algo con ella.Ocurrió

La puso en el aparador y la llenó de pequeños corazones y cada vez que pensaba en alguien, fuera quien fuera, unía este corazón al suyo....

Tal vez la cajita imperfecta estaba destinada a otra cosa.