Hasta donde pude

Te amé hasta donde pude.
Y no me arrepiento, amor, no me arrepiento.
Te amé y me ratifico.
Porque te quise, amor,
con toda la sustancia
de mis huesos.
Te amé.
Ya no te amo.
Tengo los huesos consumidos, secos.
Demasiada sustancia por mi parte…
Ahora sólo queda un polvillo leve,
restos de lo que fue ese amor…
¡Los puros restos!